jueves, 16 de abril de 2015

El gobierno y su momento Kodak

La complacencia es una de las principales causas de la desaceleración económica.

En enero del 2012, luego de haber dominado la industria por décadas, la empresa Kodak se declaró en quiebra en una corte en Nueva York. ¿Su error? Los gerentes y directores se negaron a ver lo evidente a pesar de las numerosas señales que advertían la llegada de cambios en el entorno para los que la empresa no estaba preparada. La complacencia de quien sabe que ha venido haciendo bien las cosas por varios años les impidió percibir que el nuevo contexto –la irrupción de la fotografía digital– exigía cambios de fondo en la manera de operar.
La anécdota de la empresa de equipamiento fotográfico viene a cuento a raíz de las recientes cifras de crecimiento del PBI peruano. Luego de lucir las tasas de expansión económica más altas de esta parte del continente por una década, la economía del país parece ahora quedar rezagada ante el crecimiento de países como Colombia y Ecuador. Así como Kodak en su momento, los sucesivos gobiernos peruanos han fallado en adaptarse al cambiante entorno y han afrontado la necesidad de sostener el crecimiento económico con una mezcla, por un lado, de complacencia por los resultados previos y, por otro, de limitada capacidad política para empujar las reformas requeridas. 
Mientras la favorable coyuntura externa y el precio de los minerales servían como barniz para ocultar las debilidades internas de la economía nacional, la presión para implementar reformas a favor de la competitividad local hervía a fuego lento. Las consecuencias de esta desatención, sin embargo, no se hicieron esperar demasiado una vez que el frente externo perdió parte del barniz: luego del decepcionante crecimiento de 2,8% en el 2014, en enero del 2015 la tasa de expansión del PBI fue de 1,8% –incremento insuficiente pero que aun así supera el crecimiento de diciembre pasado (0,54%)–.
¿A qué reformas podría entonces abocarse el Estado para sacudirse de la complacencia y evitar ceder una economía languideciente en el cambio de mando de julio del 2016? Uno de los principales motores que pareció apagarse durante el año pasado fue la inversión, tanto la pública como la privada, y es aquí también donde existen oportunidades de mejora.
En primer lugar, para reactivar la inversión privada, urge deshacer la maraña burocrática y la regulación excesiva que ahoga los emprendimientos empresariales. Si bien la instalación de las mesas sectoriales para el desarrollo de la industria forestal, de la acuicultura y de industrias culturales –conducidas por el Ministerio de la Producción– es un paso positivo, las reformas para simplificar la carga de trámites, permisos administrativos y regulaciones requieren ir mucho más allá.
Como hemos mencionado antes, una solución parcial es la implementación de un texto único de procedimientos administrativos (TUPA) estandarizado que, sin  restringir el legítimo autogobierno de las municipalidades provinciales y distritales, promueva la homogeneización de ciertos procesos y facilite un marco legal más ordenado, simple y predecible.
No está de más mencionar que, de hecho, ha sido este mismo gobierno el que ha puesto numerosas trabas a la inversión. Desde la costosa ley de salud y seguridad en el trabajo y la escalada del salario mínimo a S/.750, hasta regulaciones innecesarias en el ‘retail’, las finanzas, el agro y varios sectores más. Una verdadera reforma en el campo regulatorio podría empezar por desmontar las diversas trabas que el mismo gobierno ha colocado en los últimos años.
Respecto de la inversión pública, una de las tareas pendientes consiste en incrementar y mejorar las obras de los gobiernos locales y regionales orientadas a dotar de transporte, telecomunicaciones, energía y agua a los ciudadanos. Actualmente, por falta de capacidad, de interés, o –en el peor de los casos– por corrupción, varias autoridades subnacionales se enfocan en elaborar proyectos de inversión relativamente pequeños que, debido a su bajo monto, logran sortear algunas de las exigencias del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). El resultado son obras pequeñas y de bajo impacto, realizadas por concesionarios poco eficientes, que se ilustran en las varias carreteras distritales que llevan de un inhóspito lugar a otro sin conexión posterior alguna. 
En la medida en que subir la valla del SNIP no es viable, una alternativa de solución atractiva es empaquetar diversos proyectos pequeños en asociaciones público-privadas (APP) de mayor envergadura, que cuenten con estudios técnicos completos, y que sean atractivas para empresas concesionarias de alto nivel.
Pero más allá de los procedimientos administrativos estandarizados y las APP, para reactivar la confianza de los consumidores y la inversión lo que realmente se necesita es un gobierno que dé señales claras de que finalmente se desea sacudir de la inacción y que tiene la voluntad política para dar las batallas necesarias. Por ahora, el camino al que nos está llevando la complacencia no es un ‘momento Kodak’ que quisiéramos preservar.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Quinua peruana será la "estrella" en feria comercial en Panamá

La Semana de la Quinua será inaugurada la noche del miércoles por la titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Magali Silva Velarde-Álvarez, en el restaurante Brujas de Cachiche.


El representante de la franquicia peruana, José Marín Aliaga, explicó a la Agencia Andina que el objetivo es “darle realce y difundir el consumo de la quinua peruana en Panamá”.

La quinua peruana, conocida como el grano de oro de los Incas, será una de las ´estrellas´ en la Expocomer 2015, la feria comercial más importante de América Central, a desarrollarse del 12 al 22 de marzo en Ciudad de Panamá.
La Semana de la Quinua será inaugurada la noche del miércoles por la titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Magali Silva Velarde-Álvarez, en el restaurante Brujas de Cachiche.
El representante de la franquicia peruana, José Marín Aliaga, explicó a la Agencia Andina que el objetivo es “darle realce y difundir el consumo de la quinua peruana en Panamá”.

“Durante la Semana de la Quinua ofreceremos un menú especial sobre la base del nutritivo grano andino y a precios especiales, y aquellos que tengan mayor aceptación serán introducidos en la carta de Brujas de Cachiche”, manifestó.

Así, se ofrecerán tres entradas: causa crocante de pulpo con quinua, solterito de quinua y ensalada de quinua con pollo a la parrilla.

También tres segundos: quinoto de camarones, chaufa de quinua con filete de lomo y tacu tacu de quinua relleno de mariscos. Y los postres serán queque de plátano con quinua y mazamorra de quinua.

“La quinua en Panamá era muy cara, porque era considerada un producto delicatessen. Ahora habrá un abastecimiento regular, por lo que se busca promover su consumo en el mercado panameño”, refirió.

El Perú es el principal productor y exportador mundial de quinua, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El volumen de ventas al exterior alcanzó en 2014 las 33.104 toneladas, un 81% más con respecto al año anterior.



miércoles, 18 de febrero de 2015

Economía peruana en el 2015, ¿necesitará algo más que confianza empresarial?

Según Roberto Abusada, director del IPE, el ruido político está afectando “muy feo” a las expectativas económicas. Por su parte, Pablo Nano del Scotiabank, afirma que la incertidumbre sobre la economía mundial influye.

La aceleración económica en el 2015 dependerá mucho de la confianza empresarial, según Pablo Nano, jefe de Estudios Económicos de Scotiabank. No obstante, ¿cómo se concretará dicha confianza si los datos económicos nos indican lo contrario?
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)reveló en la víspera el dato de crecimiento de la economía peruana, el cual no fue muy alentador para diciembre (0.54%). Así, al cierre del 2014 la economía creció 2.35%.
“Se sabía que el PBI del cuarto trimestre era de solo 1%, pero la desaceleración se dio a lo largo de todo el año. Los choques de oferta en la pesca de anchoveta, así como una baja producción minera, debido al retraso de megaproyectos de Toromocho o Antamina, hicieron que la caída sea más acentuada”, añadió.
Por su parte, Roberto Abusada, director del Instituto Peruano de Economía (IPE), declaró que recibir mes tras mes datos cada vez más decepcionantes respecto al PBIgeneró desconfianza en los inversionistas.
Las expectativas penden ‘de un hilo’
Según Abusada, esa tendencia (negativa) se podría revertir este año, ya que el Banco Central está confiando en un aumento del PBI, debido a que la inversión pública subirá 12%, y la privada en 3% (según el último Reporte de Inflación).

“Estos datos podrían añadir entre 1 o 2 puntos porcentuales, pero los resultados son inciertos porque todavía no se definen las acciones con los gobiernos regionales. (…) Sigue cayendo la inversión pública, y los eventos políticos, como Pluspetrol o el salario mínimo, están haciendo que lasexpectativas empeoren cada vez más”, agregó el director del IPE.
El director del IPE señaló que el ruido político ahora sí está afectando “muy feo”, y estimó que el primer trimestre podría crecer a cifras cercanas al 2%. Por su parte, el jefe de estudios económicos de Scotiabank, Pablo Nano, concuerda con Abusada en que el primer trimestre será bajo, aunque será mejor que el cuarto trimestre del 2014.
“Se espera un crecimiento entre 2 y 2.5% para este primer trimestre, ya que el sector Pesca se recuperará. Sin embargo, la inversión pública podría mantener una tendencia negativa debido a que los gobiernos regionales y locales recién se están incorporando a sus funciones”, agregó Nano.
Así, reveló que en enero se ha mantenido esta caída en la inversión pública, mayor a la esperada, y seguirá conforme las nuevas autoridades evolucionen en su “curva de aprendizaje”.
Respecto a la inversión privada, dijo que dependerá mucho de los precios de los commodities, de la volatilidad cambiaria, y del avance en los proyectos de infraestructura, lo que influirá en la confianza empresarial.
“Hay mayor optimismo respecto a la segunda mitad del año. La confianza empresarial dependerá mucho de los factores externos debido a la incertidumbre en la economía mundial”, agregó Nano. Sin embargo, Abusada señaló que los efectos externos ya dejaron su huella, y ahora todo está en el ruido interno.

miércoles, 11 de febrero de 2015

El poeta obrero de la Foxconn y la voz de una generación

Recientemente se conocieron los poemas de Xu Lizhi, un joven obrero chino que trabajaba en la fábrica donde se ensamblan los productos de Apple, tristemente famosa por los suicidios obreros.La ola de suicidios en la ciudad-fábrica Foxconn en 2010 desnudó las condiciones de trabajo de la clase obrera china. Eran actos desesperados de denuncia de la esclavitud moderna en las fábricas de Apple, un símbolo de estatus económico en el mundo entero. Ese momento marcó un antes y un después para la nueva generación obrera que inunda las fábricas chinas.

Aunque luego de esos acontecimientos trágicos, la nueva clase obrera china conquistó nuevas leyes laborales como la Ley de Contratos de Trabajo (2008), mejoras de algunas condiciones y aumentos de salarios, los ritmos de producción se aceleran al ritmo de la codicia de los empresarios. Xu Lizhi tenía 24 años. Trabajaba en la línea de ensamblaje de Foxconn, donde se ensamblan el Iphone, la Playstation, el Blackberry o la Wii. Como sus compañeros y compañeras, no podía comprar ninguno de los productos que ensamblaba con sus manos. Vivía en un dormitorio en Shenzhen, muy cerca de la fábrica y seguramente compartía su casa con varias personas para abaratar el costo de vida. Se arrojó por la ventana el 30 de septiembre. Los poemas de Xu, publicados en internet por sus amigos, cuentan la vida de la juventud nacida después de 1980, hija de la primera generación que se mudó del campo a la ciudad en busca de una vida mejor.

“Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, horas extra, salario./ Me han entrenado para ser dócil./ No sé gritar o rebelarme,/ cómo quejarme o denunciar,/ sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento”. A diferencia de sus padres, que habían sufrido la dureza de la vida en el campo, la generación de Xu (hoy el 60 % de la nueva clase obrera china), es una generación bisagra que ya no cree que deba aceptar las malas condiciones de trabajo ni los abusos de los dueños de las fábricas. Por eso, junto a la impotencia y la bronca que estallaron con la ola de suicidios en la Foxconn, crecieron las huelgas y las protestas (Proletariado made in China).
Muchas veces las cifras no alcanzan a explicar las marcas que deja la precarización, el trabajo a destajo en fábricas y talleres, donde la juventud es mano de obra descartable, y literalmente deja la vida en el trabajo. En realidad, no hacen falta más que algunas palabras para expresarlo: “La juventud se detuvo en las máquinas, murió antes de tiempo”. Las muertes por las malas condiciones, los bajos salarios y los ritmos de producción se vuelven imperceptibles en una sociedad donde la vida está regimentada por la búsqueda de ganancia de una minoría que es dueña de todo, y somete a la mayoría a trabajar para “vivir”. Y en ese “trajín”, millones de personas se hunden en la más profunda soledad, esa que a veces se hace imperceptible porque las encuentra hacinadas pero solas, hiperconectadas pero sin nadie con quién hablar, angustiadas y agobiadas por las preocupaciones cotidianas.
Los suicidios en Foxconn no fueron los primeros. Cuando empezaba la última crisis económica internacional, en Telecom de Francia se suicidaron en 2 años 25 trabajadores. En el Estado español, el peso de las deudas y los desalojos para ejecutar las deudas hipotecarias, provocaron varios suicidios ante la mirada indiferente del gobierno. Hace más de 150 años, un Marx joven se preguntaba qué le pasaba a una sociedad moderna e industrial, inundada de seres anónimos, arrojados a la miseria y el olvido. La sociedad actual sigue estando signada por el “brutal desprecio” hacia la vida, plagada de viejos y nuevos problemas. La decadencia social se confirma todos los días. Uno de los últimos poemas de Xu decía: “Quiero tocar el cielo, sentir ese azul tan ligero/ pero no puedo hacerlo, así que dejaré este mundo./ Todos los que han oído de mí/ no se sorprenderán de mi marcha”.
Podríamos hacernos la misma pregunta que se hizo Marx en 1846, parados en el medio de la Foxconn: “¿Qué clase de sociedad es ésta, en la que se encuentra en el seno de millones de almas, la más profunda soledad; en la que uno puede tener el deseo inexorable de matarse, sin que nadie pueda presentirlo? Esta sociedad no es una sociedad; como dice Rousseau, es un desierto, poblado por fieras salvajes”. Los poemas de Xu ponen a la sociedad frente al reflejo más crudo de la decadencia capitalista. Pero la generación de Xu ya no acepta dócilmente ese destino, está en movimiento, y es irrefrenable.